2/8/11

El arte en Nueva York después de la segunda Guerra Mundial. El nacimiento de la cultura contemporánea V

La cultura del fast food.

Hamburguesas, hot-dogs, patatas fritas, mazorcas de maíz, latas de Coca-cola y sopa Campbell, conos de helado, polos y cereales son "propuestas gastronómicas" que se asocian inmediatamente a lo americano. Son comidas, todas ellas, disfrutadas por la inmensa mayoría de la población americana, independientemente de la edad, clase social, sexo o localización geográfica y, por tanto, representan a la perfección uno de los puntos claves de la cultura de masas nacida en la América de posguerra, basada en la uniformidad, la repetición y la producción seriada hecha "a máquina".

Así pues, al renovar la cultura culinaria del país, estos productos se convierten también en iconos de la cultura americana, evidencias de los gustos populares, los hábitos alimentarios y los puntos fuertes de la publicidad y el márketing. Y, como tales, son representados e interpretados por los medios artísticos en un lenguaje entre propagandístico e irónico, igual que el resto de aspectos de esta nueva cultura.

En cuanto a referentes, de la misma manera que el arte americano se apropia de la iconografía europea en géneros como el desnudo o el paisaje, parte también de la tradición representativa y del lenguaje del bodegón para reafirmar el nuevo concepto de "Gastronomía Americana", basada en unos nuevos hábitos alimentarios informales y a menudo itinerantes - en contraposición a la tradición europea de las comidas familiares y tranquilas -, contexto novedoso sobre el que también reflexionan los medios artísticos.

Estas nuevas formas de entender el ritual de la comida están potenciadas, en el contexto americano de los años cincuenta y sesenta, por la proliferación de marcas alimenticias, comidas preparadas, cadenas de fast-food, redes nacionales de distribución y grandes supermercados que, a través del novedoso sistema de venta self service, fomentan la concepción de la comida como bien de consumo. Entendida como una vertiente más de la emergente cultura americana, esta concepción individualista del acto de comer, resulta un tema recurrente en las manifestaciones artísticas, en una serie de representaciones que reflexionan sobre la evidencia de las estrategias de márketing americanas y las preferencias del consumidor - también americano - en cuanto a la alimentación.

"Voy directamente al mostrador de productos lácticos con todo mi dinero y me siento muy feliz porqué recorreré todos los mostradores y compraré muchas cosas para la repisa de la ventana de mi dormitorio" (Andy Warhol, 1975).



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